miércoles, 4 de abril de 2012

BEING THERE, Sobre novela de Kosinski (II)

Al concluir la lectura de "Desde el Jardín" me queda la impresión de que el mundo se vuelve como una mala puesta en escena que descaradamente no saldrá de cartelera porque los actores se creen irrepresentables y que su oportunidad es única para la fama y el éxito, supongo que la búsqueda de una impresión favorable es la quimérica búsqueda de una sociedad enfrascada en querer saber de todo, querer entrometerse en todo, querer burlarse de todo, por ello la actitud de EE es aprovechar ese polo de atracción que es Chance por su carácter sobrio y apartado de los modelos de querer ganar la atención a toda costa. Chance sería un antihéroe porque representa esas ganas de luchar sabiéndose perdido, que sería el caso por ejemplo del Quijote representándose ilusiones estando condenado al fracaso, porque he ahí el "ser ahí" como lo menciona Heidegger y el título en inglés "Being There", queriendo participar en la puesta en escena pero no aceptando el papel que no salga de su propia imaginación, porque ahí está la confluencia de cada acto y su registro, las bitácoras llevan el registro de las efemérides y hay como una lupa que detecta los principales contactos establecidos en la vida social, a cualquier lugar que te muevas ya dejaste tu registro en la mirada de cualquier curioso y evidentemente quedas marcado por las declaraciones que haces ante otras personas en los eventos. Todo se vuelve un registro, ya de papeleo de un despacho de investigaciones, ya la memoria estilizada o vulgar de alguien con quien hayas tenido un contacto visual o parlante. El colmo de la persecución de los registros se lo lleva Raskolnikov que en cada situación se asegura descubierto, se asegura siendo apresado, se asegura haber perdido su estabilidad en cada paso que da, porque siente que han registrado el crimen, y que la sociedad está recordándole que asuma su culpabilidad, pierde el control y no sabe qué hacer contra todo el tropel de curiosos o simples extraños que se cruzen con él, porque la locura se alcanza en saber que el crimen no se puede ocultar y solo falta tiempo para ser descubierto, el castigo es ese remordimiento brutal de sentirse equivocado.

En el caso de Chance es el "trending topic" como dicen en twitter, es el payaso encumbrado de una sociedad que busca la novedad, ni goza su fama ni su éxito, se vuelve alguien que se mantiene en el gusto mientras le convenga al Sistema, ya dijo tal cosa, ya opino sobre tal cual, ya llegó a tal lugar, es alguien así como el Papa que muchos van a ver y al que no le escuchan ni media palabra de su sermón, pero la televisión lo vuelve el viejito adorable y bueno que enarbola la fe de Jesús, crucificado para nuestra redención. Y vuelvo a incidir, es grotesco cómo lo aborda el homosexual y le dice que ha dejado de ser el foco de atracción y que es mejor que se refugie con él de manera clandestina, porque he ahí que el homosexual no puede mostrarse abiertamente como tal en la celebración social, necesita prácticamente que secuestrar a Chance para tratar de envolverlo. Chance se vuelve un excluido como el homosexual de la fiesta pomposa de tantas inteligencias, a pesar de ser la celebridad solo lo quieren como excusa para reunirse, como artefacto para romper el hielo, de su cumbre de "chisme de todos" se vuelve la diversión que los une, pero no el motivo de asistir a la fiesta que es plantearse asuntos para resolver entre personas con intereses que confluyen. Chance es la botana o el aperitivo pero no es el plato estelar, es increíble como no es aconsejado sobre el tipo de relación que le puede proponer el homosexual, y sobre si él se siente incómodo. Chance gusta de mirar, es el voyeurista de todo como si fuera la televisión, es muy importante destacar que hará cada respuesta como lo que le ha presentado la televisión, vemos que solo una vez ha mirado las relaciones entre hombres, y que también ha visto las escenas de hombre y mujer hasta donde se oscurece aquello que no debe saber. La televisión tiene censura y ahí produce inevitablemente eso donde tropieza Chance sobre que debería hacer.

Chance vendría siendo cómo aquel que esperan en cuanto a sus respuestas propias y sin ambición, como dicen siempre sigue el manual y hace lo propio en cada circunstancia, es como un perfecto actor en escena con pocos parlamentos pero con la carga escénica, al ser un especialista en reproducir escenas de televisión nunca tiene problema para hacer esos gestos de carácter que la gente aplaude de gran actor, cuando él no sabe ni siquiera elegir una posición ideológica determinada, él solo busca resolver cómo lo harían en la televisión, es obvio que tendría problemas cuando los contactos sean extraños o censurados, como podría ser una manifestación de protesta hacia el gobierno o como sería cautivar con novedad fuera del discurso habitual, porque hasta en el discurso la televisión puede carecer de homogeneidad o mantener una posición banal sobre la realidad, y si Chance es forzado a cautivar auditorios debe mostrar la novedad de su discurso, cumplió para encumbrarse ante los Rand pero tarde o temprano dejaría de ser la moda su discurso cansino de jardinería.

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